Diferencia clave: el absceso es una afección médica en la que se acumula pus o residuos externos dentro de la piel que hace que se inflame y se vuelva sensible. Las úlceras se asocian comúnmente con las úlceras pépticas o las úlceras que tienen lugar dentro del abdomen. Sin embargo, las úlceras también pueden ocurrir externamente en la piel. Además de las úlceras pépticas, las úlceras también se pueden encontrar en la piel en forma de úlcera.
El absceso es una afección médica en la que se acumula pus o residuos externos dentro de la piel que hace que se inflame y se vuelva sensible. En términos simples, un absceso es básicamente un pus o escombros llenos que hieren cuando se tocan o presionan. Los abscesos son dolorosos y cálidos al tacto y pueden aparecer en cualquier lugar del cuerpo. Los abscesos más comunes se producen en las axilas, el ano, la vagina, la ingle, la base de la columna vertebral, los folículos pilosos, alrededor de un diente, etc.
Los abscesos se forman cuando una infección bacteriana o residuos (astilla, suciedad, etc.) entran en la piel. El cuerpo envía señales a los glóbulos blancos para combatir la infección. Los glóbulos blancos trabajan desde el exterior hacia el interior y logran combatir y eliminar parte de la infección creando una cavidad. Esta cavidad se llena con pus formando un absceso. El pus bloquea la ruta de los glóbulos blancos hacia el centro de la infección, lo que evita que la elimine por completo. El absceso interno se desarrolla como resultado de complicaciones ya existentes en el cuerpo. El sistema inmunitario debilitado hace que sea mucho más fácil para las bacterias crear un absceso o una infección dentro del cuerpo. Los abscesos internos son muy peligrosos ya que pueden dañar los órganos cercanos.
Los abscesos en la piel externa son bastante inofensivos pero no son tan fáciles de curar. No pueden tratarse con cremas antibacterianas similares a otras infecciones. Los abscesos se tratan con un método I&D (Incisión y Drenaje). Este método requiere que el médico cree una incisión en el absceso, drene todo el pus, inserte un empaque para mantener la cavidad abierta y luego aplique un vendaje. El vendaje se puede quitar después de un par de días y se puede hacer en casa siguiendo las instrucciones apropiadas. Las personas también pueden prevenir el absceso manteniendo una rutina higiénica y manteniendo la piel propensa al absceso limpia.
Las úlceras desarrollan la forma de llagas abiertas o heridas que pueden sangrar o producir pus. Están inflamados, tiernos y dolorosos al tocarlos. Pueden erosionar la piel a las capas más profundas dependiendo del tipo de dolor. Los pacientes que sufren de úlceras también pueden experimentar dolor en las áreas circundantes de la fiebre. Estas úlceras toman tiempo para sanar dependiendo de la condición. Pueden tardar hasta 12 semanas en sanar si son agudas, o más si son crónicas. Las úlceras generalmente se desarrollan en etapas, con la primera etapa mostrando solo enrojecimiento de la piel, mientras que la segunda etapa producirá ampollas y pérdida de piel externa. A medida que avanzan las etapas, la úlcera se puede abrir hasta el hueso.
Si bien las úlceras requieren mucho tiempo para el tratamiento, se pueden tratar evitando que se infecten, eliminan cualquier exceso de secreción, mantienen el entorno húmedo de la herida, controlan el edema y alivian el dolor. El médico también puede usar antibióticos y otras cremas antibacterianas para evitar que la úlcera se infecte. También se pueden sugerir cambios en el estilo de vida y en la dieta según el tipo de úlcera y la razón de su desarrollo. Las personas que padecen diabetes deben tener especial cuidado cuando se enfrentan a una úlcera, ya que tienen un cambio en el desarrollo de la neuropatía diabética.